domingo, 10 de mayo de 2009

--- Gracia relativa ---

Os voy a contar algo que me hace “relativa” gracia.
Un amigo y yo tenemos un conocido. No sabría deciros como es el chico porque he hablado muy poco con él, por no decir nada, y no quiero dar una descripción basada en mi primera impresión. Sin embargo, cuando nos cruzamos con él pues le saludamos e intercambiamos los típicos comentarios de rigor:
-Hola, ¿qué tal?
- ¿cómo te va todo?
- ¿Qué haces por aquí?
- Pásatelo bien.

No sé, supongo que es lo típico.
Sin embargo, lo que me hace “gracia” es que cuando nos encontramos con él, tenemos que ser nosotros los que vayamos a saludarlo, porque él aunque nos vea nunca vendrá.
Y esto no pasa solo con esta persona. Tenemos esa serie de “conocidos”, que alguna vez hemos intercambiado alguna palabra puntual, pero que cuando nos cruzamos por la calle no nos saludamos.
¿Por qué?
Supongo que por vergüenza o porque a lo mejor esa gente me da un poco de “asco”.
En fin, solo estoy delirando un poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario