viernes, 20 de noviembre de 2009

--- Sufrir por querer ---


He de admitir que la serie de física o química me gusta mucho aunque no se parezca en nada a un instituto real, o al menos no se parece al que yo fui. Pues en el último capítula una de las protagonistas dijo

- Te he querido mucho… y lo sé porque me has hecho mucho daño.

Y al oírlo un pequeño “click” resonó en mi cabeza. Creo que a todo el mundo, o al menos a mí, sufre en función de lo que nos importe una persona. Por eso los que te hacen sonreír más también son los que te hacen llorar más.

Sinceramente… es muy bonito, pero en realidad es muy triste… En fin, simplemente quería compartir la frase para quien no la había escuchado…

sábado, 14 de noviembre de 2009

--- Llorar ---


Porque a veces simplemente te gustaría mirar a otro lado.

Como si lo que no pudieras ver no te pudiera hacer daño. Pero por mucho que lo intentes, por mucho que mires al suelo o a la pared o a cualquier otro lado, al final sigues volviendo la cabeza para mirar. Porque aunque quieras olvidarlo y pensar en otras cosas, no puedes, porque el dolor sigue ahí, escondido en lo más profundo de tu ser.

Porque te gustaría sonreír y pensar que no ocurre nada, que todo pasara y que algún día te llegará a ti el día. Sin embargo de lo único que tienes ganas es de llorar para ahogar ese malestar que te come por dentro.

Sientes que ni tan si quiera merece la pena derramar una lágrima, porque valen demasiado como para malgastarlas de esa manera. Que eres mucho mejor que eso y que puedes reponerte. Aunque, en el fondo, sigues deseando llorar.

Llorar para olvidar el dolor, llorar para hacer más llevadero el sufrimiento, pero sobre todo llorar para ser libre. Para romper las cadenas que te atan a esa persona y ser al fin feliz. Pero sin embargo sigues sin poder llorar porque, cuando lo hagas, estarás perdiendo una parte de tu pasado, y tal vez de tu presente, que te ha hecho sentir levemente que eras especial, aunque solo fuera un par de segundos al día.

Porque te mereces ser feliz. Pero…

¿A qué precio?

lunes, 2 de noviembre de 2009

--- Sin comentarios ---

No sé, llamarme raro pero hay cosas que no entenderé nunca por mucho que las vea.

No sé a vosotros pero a mí, mis padres, me han enseñado a que cuando vives con más gente, pues hay que tener cuidado de no manchar las zonas comunes, de que cuando te duchas o usas el baño dejarlo todo limpito luego o que cuando usas algo de la cocina limpiarlo.

Pues se ve que hay personas que o sus padres no les han enseñado esto o que, aunque se lo han enseñado, no se acuerdan. Esto lo digo porque estoy bastante cansado de encontrarme pelos en la bañera, el suelo empapado de agua, platos sucios con varios días en el fregadero o ropa seca en el tenderete desde hace días también.

Y mira que se lo he intentado decir de una manera sutil para que no le siente mal… pero nada, parece que no surte efecto… así que como sigan las cosas así voy a tener que ponerme serio.