sábado, 30 de abril de 2011

--- Penes pegados a hombres ---

Bueno, hace mucho que tengo esto abandonado, lo sé y lo siento, pero es que estoy un poco vago últimamente.
Sin embargo creo que era hora de poner algo, ¿no?
Pues bien, he descubierto algo sorprendente a la par que extravagante, aunque en realidad no ha sido un descubrimiento sino más bien una confirmación de lo que dijo mi querida Ally McBeal.
Y es que estoy un poco arto de los hombres en general pero claro, he visto que en realidad no son hombres, son penes pegados a hombres. Podéis pensar que es lo mismo, pero no, porque una cosa es un pene pegado a un hombre y otra es un hombre pegado a un pene.
La diferencia, aunque sutil, es importante. Los penes pegados a hombres son eso, penes, que solo buscan satisfacción, satisfacción y satisfacción.
SEXO
Solo quieren eso, roce, fricción y happy ending. Y cuantas más personas mejor, porque no son de los penes que solo quieren a una persona, ¡no! Los penes pegados a hombres buscan la satisfacción con todas las personas que puedan.
Algunos de vosotros, los más ingenuos, pensaréis que no, que simplemente pues tienen miedo a las relaciones y todo eso, pero no os engañéis, esa es la excusa que ponen para seguir copulando con todas las criaturas que puedan.
SEXO
Después están los hombres pegados a penes. Estos son los que de verdad nos interesan y nos gustan, los que están atentos a la conversación en lugar de mirarte el escote o el paquete cada cinco segundos. Estos hombres que prefieren, en cierta medida, tomar un café y charlar antes de llevarte al catre. Pero chicos y chicas, estos hombres ya están cogidos, o si no lo están seguro que no salen de sus casas porque están cansados de encontrarse con penes pegados a hombres o vaginas pegadas a mujeres (depende de si les gusta la carne o el pescado).
Por eso he decido hacer lo que hacen las protagonistas del libro “el club de los corazones solitarios”: ocuparme de mi. Gustarme a mí, sin importar lo que digan los demás. Seguro que a todos os ha pasado de ponerte algo no porque te guste sino porque realzaba alguna parte de tu anatomía o la disimulaba. ¡Pues eso se acabo!
Ahora solo importamos nosotros mismos, hay que sentirnos estupendos.
De manera que la próxima vez que salgáis de casa poneros lo que os de la gana, sentíos guapos y guapas , pero sobre todo salir a pasároslo bien vosotros mismos, que la noche no se reduzca a “me lo paso bien si ligo”.
Y con esto y un bizcocho, hasta la próxima.

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