lunes, 9 de mayo de 2011

--- Operación bikini... digo graduación ---

Bueno gente, empieza la operación bikini... digo graduación.

Solo faltan tres semanas para ese día en que hay que emperifollarse, estar varias horas sentado de manera incomoda y subir a un escenario cuando alrededor de cien personas clavan sus ojos en tu persona, dispuestos a criticar hasta el más mínimo desperfecto.

Por esa razón el otro día hice noche de chicas con mis amigas, puesto que ellas han tenido al menos una puesta de largo y sabrían aconsejarme sobre qué ponerme, peinado, maquillaje y todas esas cosas.

La primera en llegar como siempre fue Bella, que se encargó de traer las revistas de cotilleos y moda variada para ver las nuevas tendencias y los modelitos nuevos de esta temporada.

Cenicienta y la Bella Durmiente (Aurora para las amigas) llegaron las siguientes. Siempre vienen juntas en la carroza de cenicienta porque es bastante embarazoso ir dando un paseo cuando Aurora se anda quedando dormida cada cinco pasos…

La siguiente en llegar fue Blancanieves que traía unos pasteles variados que bueno… normalmente sobraban… Antes siempre traía pastel de manzana pero bueno, desde el pequeño incidente que tuvo, ya sabéis, le dijimos que probara con cosas que no tuvieran manzana. Lo está haciendo bastante bien, ahora al menos no te rompes ningún diente cuando pruebas una de sus madalenas.

Ariel, Campanilla y Yasmin fueron las siguientes, que se encargaron de traer las bebidas espirituosas y las drogas (todas legales, que ya estáis pensando mal).

Por último llego Alicia con su colección de más de 50 comedias románticas en DVD.

Y ya estábamos todas.

Bueno, la primera orden del día fue hablar sobre la admisión de nuevos miembros al club de princesas. Las únicas que habían pasado la prueba eran Rapunsel y Diana (aunque esta última como era una rana todavía estamos verificando si verdaderamente era ella o era una doble). Así que por el momento solo la primera tendrá que pasar la última prueba que aún tenemos que determinar.

Pero el punto fundamental de la reunión fue lo que me iba a poner en la graduación. Bella en seguida me ofreció su precioso vestido amarillo, que sabe que me encanta. Sin embargo, como que a las 11 de la mañana… ese amarillo… bueno, no era la mejor elección. Así que tras un par de horas cotilleando revistas para ver lo que se llevaba, hablando acaloradamente de lo ceñido que tenía que ser, discutiendo sobre si marcar demasiado las posaderas era una clara invitación a que te secuestraran y media dos docenas de pasteles y de litros de alcohol después, llegamos a la conclusión que lo mejor era acudir a los clásicos: traje con camisa y corbata.

Y ya está. Así que está tres semanas hay que darlo todo en el gimnasio para que todo quede perfecto y estén orgullosas de mi.

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