Bueno, soy una persona que no le gustan las expectativas, básicamente porque la gran mayoría de las veces los acontecimientos no llegan a desarrollarse como se había imaginado (aunque precisamente creo que no me gustan porque casi nunca se cumplen).
Sin embargo, en algunas ocasiones, estás expectativas sí que se cumplen, o al menos en un porcentaje lo suficientemente alto como para alegrarte y no decepcionarte. Y he de decir que hoy, aunque la realidad no llego a completar totalmente mis expectativas, se acercaron bastante.
Por eso a veces está bien tener expectativas y tener algunos sueños adornándola.
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