Hoy quería hablaros del efecto “bola de nieve”. Lo típico de que las cosas pues hay que decirlas al principio de todo porque si no se van haciendo más y más grande y al final acabas con un panorama que da miedo. Sin embargo el desastre que mi compañero de piso ha formado en la cocina (y en la casa en general) me ha robado todas las fuerzas para contarlo como a mi me gustaría.
De manera que sintetizando, no dejéis que nadie os coma el terreno porque acabareis comiendo mierda. O dicho finamente, deshaz las bolas de nieve antes de que se hagan demasiado grandes.
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